jueves, 23 de septiembre de 2010

ISLANDIA DIA 8: RUMBO AL SUR

El día octavo se empleó en recorrer los fiordos de la costa Este, de nuevo mucho bus, pequeños y coquetos. Todos las localidades de la zona se dedicaban antaño a la pesca, pero con el sistema de cuotas las pequeñas industrias desaparecieron, y el paro hizo aparición en la zona. Los barquitos de pesca salieron de la escena y a su vez entró una gran factoria de aluminio, para la cual debieron construir una gran central hidroeléctrica para abastecer de energía la planta.




Aún así, paisaje aparte, encontramos pequeñas joyas como el museo de minerales de STOSVARFJOURDUR, creado por una mujer cuya afición desde joven era ir a la montaña y traerse piedras a casa. Hoy en día no hay un cm sin un expositor o unos anaqueles repletos de geodas, jaspes, rocas, calcedonias, ...







Tras bordear la costa durante unos kilómetros aparecimos en Hofn, la puerta de la zona Sur, con el enorme glaciar Vatniajokull al fondo que nos enseña cuatro enormes lenguas de hielo que amenazan con llegar hasta la misma costa.

Y aquí es donde vendrá lo mejor del día, pues hemos logrado contratar un servicio de guías para subir hasta su panza, y hacer un pequeño recorrido en moto de nieve. (Gracias Jakobina).

No es muy difícil manejar una moto de nieve, abrir gas y frenar no tiene más misterio. Y perder el miedo a correr un poco, porque al coger velocidad se vuelve más manejable.



Nunca había estado en medio de un glaciar, en gran blanco, a un costado unas montañas que sobresalen unos metros del hielo, y bajo mis pies 500 o más metros de hielo comprimido que se depositó hace miles de años.


Este glaciar está retrocediendo varios centenares de metro en los últimos años debido al calentamiento del planeta. Además esconde otro gran secreto bajo él: acoge volcanes activos que entran en erupción, deshacen parte del hielo, y después todo ese agua se vierte al océano en una enorme riada.

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martes, 21 de septiembre de 2010

ISLANDIA DÍA 7: TOCAMOS EXTREMO ESTE

Hoy nos despedimos del Lago Mytvan, me dio tiempo de dar un paseo temprano y ver de nuevo al colimbo, al archibebe, y otras aves como esta hermosa familia de cisnes.

El camino hacia el Este saja las áridas tierras del interior de Islandia, más que áridas son marcianas. A lo que se suma que a partir de hoy ya no volveré a ver el Sol, todos los días nublados. Curiosa aridez en una región tan lluviosa, pero es que no todo va a ser cosa del agua. El tipo de suelo y las bajísimas temperaturas no favorecen la generación de una capa vegetal que sustente el crecimiento de otras plantas más complejas y así ...

El viaje es largo, atravesando territorios desérticos dónde es fácil observar ánsares. Así llegamos a Ingalstadiir, más o menos la capital del Este. La costa aquí está ahuecada por media docena de cortos fiordos, que hacen que se trave la vista en el paisaje.

Si seguimos remontando el río que pasa por la ciudad, tendremos que pensar si no estamos ante un lago, ya que el río se ensancha y abarca todo el fondo del valle. Lo mismo es un lago. El caso es que en sus orillas se asienta úno de los pocos bosquetes autóctonos islandeses, formado principalmente por abedules, hoy en día se refuerza con coníferas de otros lares, dando lugar a una población arbórea un tanto exótica.
Tras caminar a través del bosque, seguimos remontando el río y llegamos hasta una de las cascadas más bellas del viaje, Litlanessfoss. No es de gran caudal, pero está ubicada en una gran cicatriz que desgarra la dorsal del valle, y enmarcada entre disyunciones columnares.

Hay una buena subida, fácil para una persona en forma, hasta aquí pero que se puede continuar hasta otra cascada, la Hangifoss, que presume ser la de mayor desnivel del país. En el camino podemos ver tanto las capas de materiales volcánicos depositados, como los derrumbes provocados por la erosión.





Y así transcurrió el día, si alguien viaja por esta zona, que no deje de visitar Skriudklaustur, con su restaurante con buffet de pasteles por 11 Euros, no anda lejos de la cascada anterior, allí podremos reponer fuerzas. Y luego en Eigallstadir darnos un bañito en las piscinas del pueblo, por supuesto con el agua atemperada del subsuelo islandés.

viernes, 17 de septiembre de 2010

ISLANDIA DIA 6: ALREDEDORES DE MYTVAN


En los viajes hay días más anodinos, y otros llenos de vivencias, este fue uno de ellos. De hecho no sé si desdoblarle en dos entradas. El caso es que no salimos en todo el día del entorno del Lago, ni falta que hizo. El Lago se asienta en las proximidad de la Dorsal Oceánica emergente en Islandia y todo el entorno está repleto de paisajes volcánicos singulares. Aquí la Tierra se abre, se separan América de Europa con enorme violencia. No nos dejemos atrapar por la placidez de estas nubes descendiendo al rift, bajo ellas el calor de la Tierra es tal que hace cocer al barro. Este fue el destino de la primera parada, la zona del volcán de fisura Krafla, que entró en erupción hace 20 años aproximadamente. La Tierra se abrió en una dantesca grieta de varios kilómetros de la que quedan cicatrices como esta. En medio de los terrenos anaranjados se hunde el terreno en un charco de barro hirviente, al que por razones obvias no es posible acercarse. Aquello todavía está caliente, y el líquido viscoso borbotea proyectando peligrosas gotas.
La grieta se levanta como un enorme labio sobre el valle, al que deja como una depresión. De ella surgieron coladas de lava que son esos ríos inmóviles y ennegrecidos.




Por toda esta zona se puede pasear siguiendo un sendero marcado, del que por seguridad no se debe salir. El aspecto es similar al de Timanfaya. En alguna zona emerge una pequeña chimenea o un cono volcánico, se sintie el calor de la Tierra bajo nuestros pies, y de algunas grietas aún salen chorros de gas a alta temperatura.




No fue aquí el único sitio del día dónde vimos manifestaciones evidentes del vulcanismo, pues cerca del desvío de la carretera principal hay un campo de fumarolas y hervideros espectacular: Hverir.





Y todo esto ocurre porque aquí se separan dos placas tectónicas, la Americana de la Europea. La cosa no es fácil de señalar sobre un punto del terreno, pero a todos nos gusta que nos digan aquí termina esto y empieza aquello. Pues bien en esta grieta se supone que se están separando los dos contienentes:


Vamos, que estoy en dos continentes a la vez. Toda esta energía la utilizan los Islandeses en producir energía elécctrica que ilumine sus hogares durante el largo invierno, para ello tienen estas centreles geotérmicas:Aquí la duración de los días es muy extrema a lo largo del año, en la época en la que estaba allí, amanecía a eso de las 4:30 horas y el Sol se iba a la cama sobre las 22:30 horas. Claro que en invierno es al revés, con apenas dos o tres horas de Sol.
Vimos más cosas durante ese día, pero ya es suficiente por hoy. Echo el cierre con una vista del Lago Mytvan con sus pseudocráteres. Vista relajante, pues allí aún más. En esa zona de la fotografía además hay un enorme hervidero de vida, que en un paseo tranquilo por el camino que bordea el lago permite ver numerosas especies de pájaros, como el Gran Colimbo. La pena es que no hay tiempo para explorarlo a fondo, ...








jueves, 9 de septiembre de 2010

ISLANDIA DIA 5: DETTIFFOSS

ESTO ES DETTIFFOSS:

Si el día anterior tocó mucho asiento de autobús, hoy toca ver muchas cosas. Comenzando por el traslado hasta Husavik donde nos embarcaremos, como buenos turistas, para ver?? ballenas. Alguna se dejo ver el lomo, pero nada más.

Al menos no defraudaron los frailecillos, uno de los pájaros totem de Islandia, que deambulaban a un lado y al otro del barco, sumerjiéndose para pescar. Tienen un aspecto muy gracioso, y ya que esperábamos verlos aquí fue el único sitio donde los vimos a placer.
También se dejaron ver los delfines de lomo blanco, muy juguetones y saltarines junto al barco cumplieron con creces .


La bahía de Husavik es uno de los lugares donde salen los barcos cargados de visitantes para ver animales marinos, alguno barcos son de una planta como esta:


Husavik puede ser muy nombrado en los viajes a Islandia, pero el pueblo es muy pequeño, y su puerto también, lo justo para tres barcos pesqueros y los que llevan a los turistas:


Tras la expedición ballenera pusimos rumbo al Sur, y tras pasar y olisquear el Parque Nacional Asbyrgi, muy bonito el cañón tanto como corta la parada, llegamos a la gran cascada Dettifoss. Para llegar tomamos una descarnada carretera que atravesando un páramo digno de Marte llega hasta un cañón amplio por el que circula el río que trae el agua desde los lejanos glaciares.
Hay tres cascadas, pero la más impresionantes es esta, la más caudalosa de Europa, que siendo bella lo que más impresiona es su poderío, y su brutalidad. el agua lleva muchos sedimentos de ahí su color grisáceo.


Por la mañana también habíamos visitado la cascada Goddaffoss, más elegante que esta otra, pero que a su lado queda reducida a un rápido de un río. En esta cascada los jefes vikingos arrojaron los ídolos de sus dioses originales al abrazar el cristianismo.



Y así, caminito cominito llegamos al increible apisaje que rodea el lago Mytvan, de dónde no saldremos en todo el día siguiente:

miércoles, 8 de septiembre de 2010

ISLANDIA DÍA 4: TRASLADO A AKUYEIRI

Hoy se hizo un largo peregrinar en dirección Este para llegar a la capital del Norte, Akuyeiri. La ciudad de unos 20.000 habitantes, tiene una cierta estructura adminsitrativa y de servicios, tales como aeropuerto, un puerto donde atracan grandes yates, y un microclima especial al estar protegida al final de un largo fiordo. Esta es la Catedral, al final de una escalinata desde la que se divisan bonitas vistas.


Unas casitas de color:

Ahora echamos un vistazo a sus semáforos.



Hasta llegar a Akuyeiri, mucho, mucho autobús, atravesando increibles paisajes.
Una de las paradas, que aprovechamos para comer en este bucólico y pequeño restaurante,



fue en una granja cuyas edificaciones tienen más de 200 años de antigüedad. No es raro ver las casas con suelo vegetal en el techo y plantadas de hierbas, pero es que aquí, además vemos como la granja está medio enterrada en el suelo, fundida con él. Obviamente el problema es el frío que hace tan al norte, y esta es una manera de combatirlo. Además las paredes están forradas por ladrillos o bloques de turba que cortados se agolpan en las zonas esteriores y se recubren con la prolongación del techo.





martes, 7 de septiembre de 2010

ISLANDIA DÍA 3: PENÍNSULA DE SNAEFELLS

La Península de Snaefells es una especie de estrecho brazo que la isla estira hacia el oeste. En el extremo de ella se encuentra el volcán Snaefells, con su glaciar cimero. Este glaciar al parecer tiene los días contados por el calentamiento global. Le dimos la vuelta por la carretera que bordea la península y gracias a que hizo un día despejadísimo, poco frecuente por estos lares, le vimos desde todas sus vertientes.






Este volcán es por el que se introducen en el busca del centro de la Tierra en la novela de Julio Verne. Nos dijeron que es uno de los lugares mágicos del planeta, por la energía que alberga, y que alguna secta lo eligió para recibir a su mesías, extreterrestre o día del fin del mundo. Aquí le vemos desde Arnastapi, un pueblecito pesquero:



Yo no noté nada, aparentemente, sobre mi incremento de energía positiva. Paramos a comer en Arnastapi, y aprovechamos que había tiempo para ir paseando por una preciosa senda costera hasta el pueblo siguiente. La reunión de los acantilados, y las diferentes coladas, como se ve aquí hace muy entretenida la ruta. Vemos claramente al menos cuatro episodios volcánicos distintos en el corte del acantilado, pues hay diferentes tipos de rocas.

En la escarpada costa es muy frecuente observar las disyunciones columnares de basalto, esas especies de vigas tumbadas que hay en el islote.

Además podemos comernos unos "¿comerinos?, no me acuerdo bien del nombre, una especie de bayas que crecían entre los musgos.





Por cierto, la comida en un restaurante fue magnífica, con una especie de lenguado acompañado de verduras y cebada inflada. Recomendable. Por la península no faltan sitios donde las focas toman el Sol:




O calas de arena y grava negra, formada a partir de roca volcánica. En una de ellas había cuatro grandes piedras, que formaban parte de un ritual vikingo para demostrar lo hombre que uno era. El que levantaba la mayor era el más machote de los vikingos.