El día octavo se empleó en recorrer los fiordos de la costa Este, de nuevo mucho bus, pequeños y coquetos. Todos las localidades de la zona se dedicaban antaño a la pesca, pero con el sistema de cuotas las pequeñas industrias desaparecieron, y el paro hizo aparición en la zona. Los barquitos de pesca salieron de la escena y a su vez entró una gran factoria de aluminio, para la cual debieron construir una gran central hidroeléctrica para abastecer de energía la planta.
Aún así, paisaje aparte, encontramos pequeñas joyas como el museo de minerales de STOSVARFJOURDUR, creado por una mujer cuya afición desde joven era ir a la montaña y traerse piedras a casa. Hoy en día no hay un cm sin un expositor o unos anaqueles repletos de geodas, jaspes, rocas, calcedonias, ...
Tras bordear la costa durante unos kilómetros aparecimos en Hofn, la puerta de la zona Sur, con el enorme glaciar Vatniajokull al fondo que nos enseña cuatro enormes lenguas de hielo que amenazan con llegar hasta la misma costa.
Y aquí es donde vendrá lo mejor del día, pues hemos logrado contratar un servicio de guías para subir hasta su panza, y hacer un pequeño recorrido en moto de nieve. (Gracias Jakobina).
No es muy difícil manejar una moto de nieve, abrir gas y frenar no tiene más misterio. Y perder el miedo a correr un poco, porque al coger velocidad se vuelve más manejable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario