lunes, 17 de febrero de 2014

LOS CICLOS DE MILANKOVIC Y LAS GLACIACIONES CUATERNARIAS

Resulta curioso pensar que países enteros como Noruega estuvieran completamente enterrados en hielo hace 15.000 años, y que hoy en día estemos pensando en situaciones como el deshielo del Ártico, calentamiento global, ascenso del nivel de los mares.... Y sin embargo así fue. Nosotros tenemos la dicha de vivir en un período interglacial, es decir entre dos glaciaciones, la última que ya pasó y la que está por venir. ¿Por qué ocurre esto? Hay muchas explicaciones, pero la más plausible parece ser la proporcionada por Milankovic, basada en pequeñas alteraciones de elementos orbitales de la Tierra.

Tenemos una fuerte tendencia a pensar que lo que vemos ahora a nuestro alrededor es inmutable, y además BUENO. Nada más alejado de la realidad, a nuestro alrededor todo cambia, más o menos rápidamente. Y lo de bueno,  la Naturaleza no tiene en cuenta ese concepto tan subjetivo. Veamos qué es lo que Malinkovic opina que cambia de forma rítmica en la órbita de la Tierra.

La órbita de la Tierra alrededor del Sol es un elipse, con el Sol colocado en uno de los focos de la elipse. Fijémonos en la imagen como el Sol no está en el centro de la figura elíptica, sino recostado a un lado, ya que es allí donde se encuentra el foco de la elipse.
Para aquellos que no estén muy familiarizados con la geometría, aquí va una elipse con sus elementos principales:
Los focos son los puntos F, y hay dos. Las distancias "a" y "b" se conocen como eje mayor y menor de la elipse. La distancia "c" es la que hay entre el Foco y el centro de la elipse. La excentricidad de la elipse nos mide lo alejada que se encuentra de una circunferencia, se define como e=c/a. En una circunferencia el foco coincide con el centro de la circunferencia y por tanto c=0, y claro está e=0. Cuanto mayor sea e, mas ovalada es la elipse y más alejada de la circunferencia.

Según  Malinkovic la excentricidad de la Tierra varía, haciéndose la órbita más o menos elíptica con una periodicidad de 40.000 años, 95.000 años, y 125.000 años. Estas tres cifras hacen referencia a que hay tres ciclos superpuestos de periodicidad. El efecto de este cambio no es aportar más o menos energía a la Tierra, pero sí hacer que aumenten los contrastes entre el perihelio o punto más cercano al Sol, y el afelio, o punto más alejado.



También cambia la inclinación del eje terrestre, entre 22'1º y 24'5º con un período de 41.000 años. El efecto e este cambio es aumentar el rigor de las estaciones cuando el eje está más inclinado.

Cuanto más inclinado esté el eje, los rayos incidirán de forma más directa en verano, y más rasante en invierno calentando menos.

El tercer factor es la precesión de los equinocios, con una periodicidad de 23.000 años. Podemos suponer que la Tierra es una peonza que cabecea, su eje describe un cono completo en unos 23.000 años.
El resultado es muy complicado de entender porque es el resultado de la superposición de todos estos ciclos que hemos descrito. No suelen afectar a la cantidad total de energía que llega a la Tierra pero sí a su distribución a lo largo del año. En líneas generales parece ser que veranos más templados de lo esperado hacen que no logren derretir en latitudes bajas al hielo invernal, acumulándose de un año a otro.

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