En Aldeanueva del Camino tenemos la bonita oportunidad de ver dos grandes alcornoques varias veces centenarios. El de la Abadía, que ya tiene su entrada en este blog, y el que nos ocupa llamado de la Cerca de la Fresneda. Podemos compararlos, medirlos con el metro o con nuestro gusto, o simplemente mirarlos ensimismados. Cuando estos árboles eran unos arbolitos, quizás en Granada había un Reino independiente y no se había descubierto América.
Pero vayamos al tema, este árbol lo encontramos a pocos kilómetros de Aldeanueva del Camino, pueblo de la comarca del Ambroz en el Norte de Cáceres, (España), a la derecha de una curva en la carretera que va hacia un pueblo llamado Valdelamatanza.
Para los que no sois de España, o no estéis muy duchos en Geografía aquí tenéis un mapa de situación dentro de la Península Ibérica. (Aprovecho para saludar a ese 75% de lectores del blog que viven en América, un afectuoso abrazo para todos ellos)
El ejemplar está cercado, se le aportado suelo vegetal para fortalecerle, y se ha instalado un pequeño panel con información sobre el árbol. Sus dimensiones rondan los 7 metros, y su altura es de 20 metros, y la edad estimada es de unos 500 años.
La copa no parece muy compacta, debido probablemente a su edad que le impide brotar con el vigor necesario. Por eso muestra numerosos claros que dejan ver la potencia y grosor de las ramas.
Tiene un aspecto más simétrico y elegante que el de "La Abadía", con un tronco más o menos recto del que salen un manojo de gruesas ramas a una altura de 2,5 metros más o menos. A mí me parece que en grosor gana el de la Abadía, y tal vez en altura. Pero no es tan elegante como este, mucho más estilizado y equilibrado.
No presenta ninguna raíz al descubierto, salvo este apoyo en la zona más baja de la ladera, la más erosionada debido a la pendiente, y causa probable de que este arranque de raíz esté al aire. Pero creo que es poca cosa comparada con otros casos.
Las puntas de las ramas están ahuecadas, vaciadas, por el tiempo con ayuda de hongos, y pájaros carpinteros, sobre todo en las ramas bajas. Aún así y de forma increíble salen brotes con hojas de ellas. Desde luego la Vida ni se rinde ni es fácil de hacerla callar.
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