Alguna vez todos hemos frotado un bolígrafo, los mejores los bic, contra nuestro jersey para después acercarlo a una pequeña bola de papel. Entonces la magia comenzaba al ver como despegaba la bolita para quedarse pegada unos instantes al bolígrafo.
Este fenómeno es de origen eléctrico, y en esencia es el mismo que provoca que cuando nos acerquemos a ciertos coches nos de un chispazo tras haber estado en circulación. En este caso el vehículo es fuertemente frotado con el aire.
El caso es que por fricción de un objeto con otro logramos que los objetos adquieran una carga eléctrica. En realidad la frase anterior no es exacta porque todos los objetos tenemos cargas, lo que ocurre es que tenemos igual número de cargas positivas que negativas, como resultado decimos que somos neutros. Esta neutralidad se rompe al añadir o quitar algunas cargas de un tipo, supongamos que negativas, entonces el balance no es cero y nos quedamos con una carga global positiva o negativa según lo que tengamos en exceso.
Para conseguir que un objeto se cargue por fricción, sin necesidad de hartarnos a frotar disponemos de un Acelerado de Van der Graaf, aparatito inventado en los años 20 y que hoy en día lo podemos encontrar como material escolar. Como ya he escrito mucho, lo siguiente lo cuento en el vídeo:
Con el acelerado podemos hacer varios experimentos de electrostática, el más clásico es la generación de rayos al descargarse el acelerador:
Uno parecido al de los papelitos es el siguiente:
Suele hacerse acercando la maza metálica a una chica con el pelo muy largo, entonces se ponen todos los pelos de punta al tender a separarse unos de otros por tener la misma carga. No tan espectacular como lo descrito es lo siguiente, con un pequeño plumero:
Finalmente desviamos la llama de una vela, pero no se ve muy claro porque la cámara del móvil no es de gran resolución y calidad:
No hay comentarios:
Publicar un comentario