EL CASTAÑO DEL TÍO TRAZAS

De nuevo doy rienda a mi afición por los grandes árboles de nuestra geografía, y aprovecho que estoy viajando poir el sur de Salamanca para acercarme a Los Santos, una localidad que vive entre otras actividades de las canteras de granito. Allí busco las piscinas municipales, saliendo del pueblo en dirección a Fuenterroble, entonces a mi derecha encuentro una parcela en medio de la ladera que acoge a una veintena de castaños de un grosor descomunal. Todos ellos varias veces centenarios, las podas y tal vez las inclemencias del tiempo han impedido que crezcan en altura de la misma forma que en grosor; una pena porque entonces el lugar sería para ir en peregrinación.
El castaño que marca el lugar es conocido como el del Tío Trazas, sus raices han engrosado de tal forma aprovechando el vacío que deja la ladera, que han provocado un perímetro más que notable para el árbol.Vecinos a él, pero menos espectaculares, hay más ejemplares gruesos, pero mochados.

Algunos están rasgados por mortales heridas a través de las cuales cabe una persona, permitiendo pasar al interior del árbol.