Al principio el camino no parece seguir la trazada de la Calzada Romana, y puede que se haya perdido, pero más adelante desembocamos en la cañada real de ganados que parece ser que puede pisar la Calzada. Allí se han restituido dos fragmentos de miliarios, los correspondientes a las millas 148 y 149 desde Mérida. Todos los vídeos de este post han sido grabados con el teléfono, y la conexión web es la que me proporciona mi teléfono.
Este tramo que pasamos es es que se corresponde con un bosque de robles recientemente rebrotados. Desde aquí nos introducimos en una planicie agostada en la que al final se vislumbra una pequeña sierra. Ahora sí que iremos sobre la calzada romana, y allí conoceremos dos espléndidos miliarios:
De nuevo entre una zona boscosa, de encinas y de aspecto más seco, bordeamos el pequeño cerro y caemos en la finca de La Dueña, en ella, tras pasar un par de puertas para el ganado vemos una casa a la derecha y junto al camino y a ambos lados, las dos columnas romanas. Veamos un nuevo vídeo:
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